GEOGRAFÍA
El medio que conocí
hace treinta y ocho
años
cuando me vine a vivir
aquí,
ya no es el mismo.
El monte se llenó de
alambrados,
los cerros están
socavados,
llenos de caminos
privados
que abrieron
motoconformadoras
y cual heridas sin
suturar,
parecen multiplicarse,
sangrar.
Ya no son lo mismo,
¡Se los quieren acabar!
Mis hijos, mis
alumnos y mis nietos
me han oído decir:
“Es el último zapote”.
“El último uvalano”.
“¡La última cerca de piedras
que levantaron los peones!”
La Tinaja se llenó de
casas.
Se acabaron Los
Arroyos.
Nada se engorda en La
Engorda.
No hay novillos en El
Novillero
ni lobos en Los Lobos.
En El Bueyero no pasta
ningún buey
y al San Francisco,
como al Nazareno,
también lo han
crucificado.
El gran río
en el que hace treinta
y seis años
pesqué y me bañé
junto con mis alumnos,
es un lecho pestilente,
cubierto de lirio y de
mierda.
Lo que ayer vi,
hoy no es igual
y como es hoy,
mañana ya no será.
Los sabios de hoy en
día,
tendrán que describir,
de este lugar
una nueva geografía.
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